A pesar de los avances en materia de salud preventiva, lo cierto es que las defunciones fetales en el país siguen en aumento.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa nacional de defunciones fetales EN 2023 fue de 15.5 por cada mil nacidos vivos, sumando datos de la Secretaría de Salud (SSA).
Dicho valore resulta el mayor del que se tenga registro. Para dimensionar el aumento de la incidencia, cabe recordar que en 2019 el dato fue de 12.6 casos por cada mil nacidos vivos.
Por lugar de los incidentes, resulta que las entidades federativas que presentaron las tasas más altas durante 2023 fueron San Luis Potosí, con 92.8 casos defunciones fetales por cada 100 mil mujeres de 15 a 49 años, seguido por Durango con 91.1 y el Estado de México, con 89 casos.
En contraparte, las tasas más bajas se registraron en Oaxaca, con 30.4 casos, mientras que en Zacatecas con 41.6 y en Campeche con 44.1 incidentes.
Finalmente, el INEGI reportó que en conjunto, la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atendieron a 73.1 por ciento de las madres que presentaron defunciones fetales. Por su parte, las unidades médicas privadas atendieron 13.1 por ciento de estos casos.
Las afectaciones al feto por factores maternos y por complicaciones tanto del embarazo como del trabajo de parto y del parto mismo fueron las principales causas de muerte fetal con 45.9 por ciento. Siguieron otros trastornos originados en el período perinatal, con 25.7 por ciento. De las muertes fetales, 81.7 por ciento ocurrió antes del parto; 17.2, durante el mismo y en 1.1 por ciento de los casos, no se especificó el momento.